Compramos las entradas por Internet. Había un lugar designado para encontrarnos con el guía a las 13:45. Esperamos 20 minutos. Luego fuimos al quiosco de información de la Sagrada Familia para preguntar. Nos enviaron a Julia Tours donde nos dijeron que el lugar de encuentrohabía cambiado. Una de las chicas se apresuró a dar la vuelta a la catedral y nosotros corrimos detrás de ella. Me caí, me hice moratones, me raspé las rodillas y me hice daño en la cadera (tuve que medicarme para poder andar el resto de la semana). Por fin encontramos al guía. Era mediocre en el mejor de los casos.Leer crítica completa